domingo, 1 de noviembre de 2009

Se han dado cuenta que mi fondo es rosado


Teniendo en cuenta lo escrito anteriormente quise colocar el color favorito de mi hija jajajaja.
Pero en este caso es una elección libre y consiente.
Además quise compartir con ustedes esta imagen que la encontré en Internet (un vínculo de la pagina macacolandia) y que expresa un montón, me gustaría saber que opinan, y luego compartir la reflexión que he realizado a partir de esa imagen.

“Mi color favorito es el rosado”

Estas palabras fueron pronunciadas por mi hijita de tres años y yo quise desmayarme. Durante sus primeros tres años de vida le compré ropa de diferentes colores evitando el uso exclusivo del rosado como “color de mujercitas”. Tampoco quise comprarle juguetes que enfatizaran el hecho de “ser una mujercita” (¿qué podemos hacer contra las barbies?), pero cuando mi hija me dijo esas palabras, yo me pregunté ¿Qué pasó? Obviamente era la influencia ajena: había comenzado hace unos meses a ir al NIDO y se hacía evidente el poder que tenía la socialización fuera del hogar. Cuando le pregunté porqué era ese su color favorito, me respondió “Mami ese es el color de las niñas y el azul, el de los niños”.

Entonces reflexioné y comencé a poner mayor atención cada vez que iba a una tienda a comprar algo para mi hija. Quería comprar zapatos y … todos eran rosados, negros o blancos, no había otros colores; cuando iba a comprar ropa, la predominancia era la del color rosado; cuando iba a comprar juguetes podía diferenciar claramente la sección de juguetes de las niñas porque toda la decoración y las cajas de los juguetes eran de color rosado. ¿Y es que no podremos escapar de este color?

Es obvio que más allá del nido y de la casa, hay una industria que va segmentando el mercado de acuerdo a estereotipos que muchas veces elpropio sistema va construyendo y potenciando. Cuando converso con las personas “mayores” (los que han vivido unas décadas más que yo), me confiesan que antes estas diferencias no eran tan obvias. Las diferencias las construían más las apariencias. Por ejemplo el cabello corto de los niños y el cabello largo de las niñas o los pantaloncitos varoniles y los vestiditos femeninos. Hoy, en cambio, existe una amplia gama de artículos definidos como de “hombre” o de “mujer”. Y no puede ser obra de la naturaleza biológica de nuestros sexos, sino de la influencia social que, a través de las leyes de la cultura y del mercado, van pautando nuestras identidades y apariencias.

Hoy puede verse que estas diferencias de género se introducen en áreas que antes no les competía. Soñaron los Ford cuando popularizaron el automóvil que un día iba a haber automóviles para hombres y mujeres (el modelo de la NISSAN March que vemos por las calles de Lima, es notoriamente femenino). ¿O los genios que inventaron la computadora se imaginaban ya que un día iban a existir portátiles para hombres y portátiles para mujeres? Sí, hoy día podemos ver a las mujeres “modernas” luciendo computadoras portátiles (¿por qué les decimos lap tops?) rosadas, blancas, dejando para los hombres las de color negro. Ni qué decir de las fundas para estos aparatos. El otro día sufrí para encontrar una funda “unisex” que pudiéramos portar mi esposo y yo, indistintamente.

¿Por qué las diferencias de género ingresan inmisericordes en espacios que antes nunca habíamos imaginado? Son tiempos distintos, sin duda. El mercado ahora diseña nuestras identidades y culturas. Y en medio de esta selva de segmentaciones y estereotipos, ¿cómo poder mantener a mi pequeña hija al margen, libre, para que construya su identidad por sus propios medios?

y hablando de SIN FRONTERAS

Sin fronteras

Esta semana estaba en clases y reflexionábamos con los alumnos sobre la estratificación social, uno de ellos me dijo: "Si hablamos sobre esto estamos promoviendo en las relaciones con los demás las diferencias sociales, porque estaríamos diciendo él pertenece al sector A o B o C". Entonces otra alumna le dijo "No, te equivocas. Esto ya está presente en nuestras relaciones sólo que no nos damos cuenta".
Rescatando lo que dijeron reflexionamos que lo importante es conocer no para discriminar, ni para cerrar los ojos a una realidad tan palpable en nuestro país. Sino que siendo conscientes de ello que podemos hacer, ¿cómo podemos hacer para que las brechas no sean abismales?, ¿qué podemos hacer para que todos tengamos igual de oportunidades?, ¿qué podemos hacer para que nuestro Perú sea un país donde exista equidad?, no igualdad porque es imposible pero si un lugar donde todos los peruanos tengamos posibilidad de tener oportunidades para salir adelante.
El problema no es la estratificación social, porque siempre ha existido y existe en todas las sociedades. El problema es qué hacemos con ello. No es posible que existan lugares donde se bote la comida y otros lugares donde la gente no tenga para comer.
A eso llamo "oportunidades" y la necesidad de buscar equidad en nuestro País.

sábado, 24 de octubre de 2009

Trabajo Ppt SantibañEz

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cultura y sociedad

CULTURA mapa conceptual

Reflexionando sobre la educación superior en el Peru

Es doloroso pensar en la educacion de nuestro pais, es una vision negativa, puede ser, pero tambien es una manera de ser conciente de lo que sucede en la educacion y es una llamada de atención para poder comprometernos y HACER algo.
Cómo podemos cambiar esto? Qué es lo que podemos hacer? Quiénes tienen que hacerlo?